
De rutas literarias por el sur
Durante la semana del 13 al 20 de octubre, un grupo de alumnos de 2º de ESO, junto con dos profesoras del centro, realizamos una ruta por Extremadura y Andalucía. Este viaje se enmarca en las becas que cada curso escolar convoca el Ministerio de Educación, para premiar proyectos educativos realizados en centros escolares de todo el país. Esta es la segunda vez que los alumnos del IES de Sahagún disfrutan de esta experiencia en los últimos años.
La ruta comenzó en Mérida, donde pasamos la primera noche y al día siguiente visitamos la ciudad y sus principales monumentos. Ese mismo día salimos camino del sur hacia Zafra, donde nos enseñaron un secadero de jamones y embutidos. Después nos llevaron a Aracena, lugar en el que realizamos una visita a la Gruta de las Maravillas. Esta segunda noche fuera de casa dormimos en un hotel de esa localidad.
A la mañana siguiente, tomamos camino hacia las Minas de Riotinto, una interesante visita no sólo por ver el impresionante paisaje que se crea con las minas, sino por que pudimos conocer los sistemas de trabajo y la historia del lugar, el extraño paisaje y el Pueblo Inglés, un vestigio de los primeros dueños y trabajadores de las minas.
Ese mismo día llegamos a Sevilla donde, en las siguientes jornadas, visitamos algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad como la Torre del Oro, la Iglesia del Divino Salvador, la Giralda, la Catedral, los Reales Alcázares… y también paseamos por sus calles. Pasamos en Sevilla dos días, alojados en un albergue universitario.
Después de Sevilla seguimos rumbo al sur, buscando la costa. La siguiente jornada fue una de las mejores para nuestros alumnos. La empezaron visitando el Circuito de Velocidad de Jerez, donde conocieron el funcionamiento de las carreras y pudieron admirar algunos entrenamientos. El resto del día lo disfrutamos aprendiendo en el Rancho Cortesano, una finca dedicada al turismo gastronómico y ecológico. Allí nos enseñaron a cocinar; cada uno preparamos nuestra comida; también fuimos apicultores por un rato y aprendimos sobre plantas y animales, reciclaje de residuos y la comercialización de la miel y productos derivados.
Al día siguiente, otro de los platos fuertes de la ruta fue la visita a una finca de cría y doma de caballos de raza andaluza. Los alumnos disfrutaron mucho de esta actividad. Ese mismo día les llevaron a pasar un rato en una peña flamenca, donde les explicaron qué era el flamenco y conocimos un mundo que está bastante alejado de lo que estamos acostumbrados.
Los dos últimos días, los alumnos disfrutaron de su estancia en un complejo turístico de cabañas de madera, que estaba totalmente a su disposición, ya que éramos los únicos huéspedes del lugar. El lugar les proporcionó una libertad que no pueden tener en un hotel o en un hostal. Disfrutaron de las noches sin molestar a nadie.
El último día del viaje visitamos las Salinas de la Esperanza y la ciudad de Cádiz, lo cual fue un broche maravilloso para un viaje que ya de por sí era inolvidable.
Durante las rutas, los alumnos compartieron la experiencia con otros alumnos del mismo nivel de la localidad de Dúrcal, en Granada. La convivencia es uno de los puntos fuertes de esta actividad, porque son muchas horas con sus compañeros, y con otros de otro lugar diferente, compartiendo los ratos buenos, los momentos de diversión y también de cansancio, las comidas, los juegos, las visitas, aprendiendo en todo momento a adaptarnos a los demás y a ser más tolerantes y abiertos.
Las Rutas científicas, artísticas y literarias son una actividad programada por el Ministerio de Educación y Formación Profesional que siempre resulta muy interesante hacer, porque los alumnos aprenden mucho y disfrutan y supone una experiencia inolvidable.
Muchas veces se puede pensar que rutas o proyectos como estos hacen que los alumnos “pierdan” jornadas de clase que serán necesarias en su formación académica, pero no se tiene en cuenta la enorme riqueza y aprendizaje que supone un viaje de estas características, donde se trabajan con ellos competencias de todo tipo que les serán necesarias en la vida, durante siete días a la semana, veinticuatro horas al día, y que difícilmente se pueden alcanzar con aprendizajes estandarizados, pues para muchos, además de ser una oportunidad de visitar y recorrer lugares que no podrían hacer de otra forma, supone ver la vida desde otra perspectiva, haciéndolos más independientes y capaces.
Las profesoras queremos aprovechar este medio para dar las gracias al grupo de alumnos por su comportamiento y su actitud durante todo el viaje, que fue ejemplar para todos. Gracias también a los padres y madres por su apoyo. Y animamos al claustro a seguir participando en este tipo de actividades, tan enriquecedoras para nuestros alumnos pues son oportunidades que se nos brindan y que no deberíamos perder.
Autor/a: Marta Fernández, Rosana Prieto
Editor/a: Sara Portillo