Marta González Cambronero, más conocida en el municipio de Sahagún como Sor Marta, es una joven novicia a la que apenas le queda un año para ser oficialmente monja. Natural de Ciudad Real, llegó al Monasterio Benedictino de nuestra localidad con apenas dieciocho años y, desde hace varios años, es una conocida youtuber que compagina los quehaceres de la abadía con sus estudios religiosos, su afición a la música y, sobre todo, con la difusión de la palabra de Dios a través de internet. Y es que Sor Marta cuenta con una legión de más de 11.500 seguidores, principalmente en Youtube, aunque también está presente en otras redes sociales como Tik Tok o Twitter. Su familia se ha tomado su éxito de una forma natural, aunque ella es una persona activa en las redes no se considera adicta a las mismas y cree que es importante que los jóvenes hagan un uso responsable tanto del móvil como de su presencia en internet y que sean conscientes de la gravedad del tema.

Sor Marta, que apenas tenía experiencia en el mundo informático cuando empezó, utiliza las redes sociales para “animar a la gente a que no se cierre a nada, hacer el cristianismo más accesible a los jóvenes y para darles la posibilidad de que se acerquen a la fe”. A pesar de que siempre ha expuesto sus ideas de forma respetuosa y clara, sus actuaciones en las redes no están exentas de alguna crítica negativa que ella prefiere no tener en cuenta como, por ejemplo, la idea de que “a las monjas las mantiene el Estado”, ya que como ella misma declara: “las monjas nos mantenemos solas”:

Nuestro Monasterio es muy conocido por todos los productos que elaboran las monjas que lo habitan por lo que, con los conocimientos adquiridos de informática a lo largo de su trayectoria como influencer, Sor Marta decidió emprender la idea de la venta online de las pastas, dulces, jabones etc. Aunque ya contaban con una página web, hasta entonces nadie había tenido la iniciativa de algo así, en consecuencia, el número de compradores ha aumentado considerablemente. 

Y es que Sor Marta proporcionó un cambio en el Monasterio con su llegada, no solo por sus ideas innovadoras, sino porque tomó sus votos, como ya se ha dicho, con tan solo dieciocho años de edad y, como ella misma afirma, “aquí encontré mi lugar”.

         LAURA CABALLERO (4ºA)